Travesía Panamericana
Semana 17
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Julio 29, 2002 Huari, Bolivia Odometro: 208.590 millas Escrito por: Cristian Hoy tomamos una arriesgada decision. Como calculamos
que teniamos un dia extra hasta nuestra reunion con mis padres en el norte de argentino,
optamos por visitar al salar de Uyuni, el cual con un area de 12.000 kilometros cuadrados, es considerado el mas grande
del mundo. Llegar al mismo no fue tarea facil, podriamos habernos quedado varados por dias debido a la mala condicion de los
caminos, el poco trafico, y lo remoto de la zona. Los 224 kilometros de camino (por falta de una mejor palabra) hasta el pueblo
de Uyuni zigzagean a traves de la inmensidad del altiplano andino y montanas aledanas. Se cruza de vez en cuando un rio (no
habia ni un intento de puente, en algunas oportunidades Guapo se sumergio hasta el tope de las ruedas), pendientes muy empinadas
(los cuales pusieron a prueba los limites de nuestra primera marcha), arena, y lo que aparentemente eran pueblos fantasmas.
No nos cruzamos con trafico en todo el dia, y nos planteamos
varias veces si estabamos en el camino correcto, ya que los carteles viales son inexistentes en el area. Frecuentemente, encontrabamos
una confusa ''Y'' de la cual se desprendian dos caminos con la misma jerarquia; elegir elcamino correcto era una custion
librada puramente a nuestro instinto y suerte. Afortunadamente,nuestro mapa indicaba que el camino seguia, a grandes rasgos,
una via de tren, la cual podiamos ver de vez en cuando y de esa manera confirmar que estabamos en el camino a Uyuni. En un
par de veces estuvimos a punto de conectar el GPS para confirmar nuestra ubicacion, pero siempre encontrabamos un punto de
referencia justo antes de hacerlo. Al cruzar uno de los pocos caserios (los cuales parecian estar abandonados), nos encontramos
con una barrera interrumpiendo el camino, pero nadie en la cercania. Luego de unos minutos de espera, baje del vehiculo y
me percate de una pequena cabina, con su puerta entreabierta. En su oscuro interior, encontre a un soldado sentado atras de
un escritorio con un talonario de recibos genericos. Esto parece ser normal en Bolivia; no importa la importancia o estado
del camino, encontramos estaciones de peaje y/o control administrados por el ejercito, en los que se espera que uno apague
su vehiculo, descienda del mismo y entre a la caseta para pagar un tributo. Previo a ello usualmente nos preguntan acerca
de nuestra procedencia y destino. Con Barbara nos preguntamos sobre la utilidad de este cuestionamiento, el cual hemos contestado infinidad
de veces a lo largo del continente. Mas alla de que estuvieramos diciendo la verdad, que diferencia hace que contestemos EEUU,
La Paz, o el pueblito mas cercano? Optamos por siempre mencionar el ultimo lugar que habiamos estado como nuestro origen,
y el proximo en llegar como nuestro destino, y esto parecio mantener contentos a los militares. Mas que un asunto de control,
ambas preguntas son quizas una forma de satisfacer de manera semi-oficial la curiosidad del control de turno por explicar
la presencia de dos personas con acento raro, un perro, y un vehiculo tan extrano. Volviendo al relato, este oficial en particular
nos comunico que debia cobrarnos un impuesto municipal por cruzar el pueblo. Habia tantos motivos por los cuales esto era
incorrecto, que tuve que hacer una pausa para enumerarlos en mi cabeza antes de contestar. Mencione, por ejemplo, que se trataba
de una ruta nacional, y como tal mantenida con los impuestos de los ciudadanos bolivianos; que esta no era forma de atraer
al turismo a este area tan unica, turismo que seguramente podria ayudar economicamente al pueblo y a la region mucho mas eficientemente
que mediante el cobro de impuesto al paso; que resultaba ironico cobrar dicho impuesto cuando las condiciones del camino eran
tan rudimentarias; que dicho oficial no habia sido capaz de referirme a un estatuto, ley, o reglamentacion de cualquier indole
autorizando dicho impuesto; y que dicho oficial tampoco habia sabido explicarme satisfactoriamente como eran usados los fondos
alli recaudados. Luego de todo esto, procedi a pagar, dejando constancia que lo hacia abajo protesta, y nos fuimos una vez
abierta la barrera. Dejamos a un muy confuso y callado oficial en esa cabina.
A media tarde divisamos el extremo este del salar de
Uyuni, un lugar de belleza unica. Resulta dificil describir la sensacion de estar ante cientos de kilometros de una superficie
puramente blanca y perfectamente plana a 4.000 metros de altura snm. Las distantes montanas de los Andes parecian flotar en
el aire, el viento era el unico sonido perceptible. Los tres pasamos un rato largo apreciando todo esto, hasta que divisamos
una caravana de vehiculos en el horizonte, acercandose. Avanzaban zigzageando por la inmensidad blanca, con sus faros encendidos.
Se trataba de una expedicion compuesta por 3 Toyotas Land Cruiser transportando turistas europeos que regresaba al pueblo
de Uyuni luego de 4 dias por la zona. Existe en el medio del salar un hotel enteramente construido con bloques de sal, incluyendo
sus muebles. Seguimos a las Toyotas hasta el pueblo, y arreglamos
con el empleado de la unica estacion de servicio para pasar la noche en Guapo dentro de su propiedad. Uyuni es un poblado
bastante unico donde el numero de turistas extranjeros parece ser del 30% o mas de la poblacion estable, y en donde se puede
disfrutar de la presencia de restaurants, hoteles, e incluso algunos cafes de internet. Uno no espera encontrarse con todas
estas comodidades en esta desolada parte del mundo. Nuestras mentes, sin embargo, no estaban concentradas
en Uyuni sino en lo que nos esperaba al dia siguiente en el camino a Tupiza. Habiamos preguntado a cuanto lugareno encontrabamos
acerca de las condiciones del camino, recibiendo la mas amplia gama de respuestas. Lamentablemente, la mayoria de ellas habian
sido pesimistas; algunas llegando a afirmar que con nuestro vehiculo no teniamos chance de pasar. El mayor obstaculo seria,
todos coincidian, las dunas presentes a 33 km. de Uyuni, en donde debido al fuerte viento se acumula arena sobre la base del
camino, lo que hace necesario el uso de la doble traccion para cruzarlas. Recorrimos el pueblo buscando una plancha de madera
o metal que nos permitiera salir de la arena en caso de quedarnos, sin exito. Con tan pocos recursos y sin ningun arbol en
muchisimos kilometros a la redonda, la gente de Uyuni se apega a cualquier tabla o metal que posean. Esa noche hizo bastante frio, y al intentar encender
el calefactor Eberspacher descubrimos que uno de los tantos golpes que habiamos pagado a Guapo por debajo ese dia, habia abollado
la unidad. Ello hizo que el ventilador no girara apropiadamente, y que nosotros pasaramos una noche un poco mas fria de lo
que nos hubiese gustado... Julio 30, 2002 Uyuni, Bolivia Odometro: 208,732 millas Escrito por: Cristian
En la segunda seccion de arena, encontramos a un camion
diesel parado, con su conductor y pasajero examinando la mejor manera de proceder. Los ayudamos con el trabajo de pala y poco
despues ambos logramos atravesar la arena con éxito, no sin algunas maniobras interesantes. Llegamos antes que el camion a
la tercer seccion de arena. El previo examen ocular de rutina nos hizo pensar que existian grandes chances de quedarse. Acordamos
intentar atravesar esta seccion por el costado del camino, en donde habian algunas huellas y una superficie que parecia haber
estado humeda no hace mucho pero que aun no estaba lo suficientemente compacta para dejarnos tranquilos. Debiamos actuar rapidamente,
ya que el camion habia llegado y si su chofer decidia atravesar por el camino principal, con éxito, podriamos quedar barados
y sin ayuda por quien sabe cuanto tiempo. Tome envion nuevamente, eligiendo el tramo paralelo al camino. Guapo comenzo a enterrarse
ni bien comence a perder velocidad, y a los pocos metros estaba hundido en sus dos ruedas traseras. Un chorro de adrenalina
corrio por mi cuerpo, estabamos muy lejos de la huella principal para que nadie nos tire con un cable, y ningun vehiculo se
aventuraria por toda esa arena para rescatarnos, corriendo el riesgo de quedarse. Estabamos
en problemas. Obviamente, no queriamos pasar la noche alli, y ademas ya comenzabamos a estar un poco cansados de las alturas,
desolacion, y fundamentalmente los pesimos caminos. Ante nuestra desesperacion, el otro camion, habiendo observado nuestra
experiencia por el costado de la huella, opto por cruzar por la misma, exitosamente...Por suerte sus tripulantes tuvieron
la solidaridad de parar y ayudarnos con nuestro problema. Luego de desenterrar las ruedas traseras (no las habia dejado hundirse
mucho), y empujar nuestro vehiculo para atrás y adelante, logramos compactar la arena. Luego, con la ayuda de todos empujando
a Guapo y saliendo muy suavecito logramos obtener una minima traccion, y mantener la misma hasta llegar a la huella principal.
Acababamos de ahorrarnos muchas horas de mala sangre! Lamentablemente no tuvimos mucho tiempo para celebrar.
Contrariamente a lo que nos habian anunciado, todavia no estabamos hechos con las dunas...Una corta media hora mas tarde el
camino estaba nuevamente interrumpido por arena, esta vez una larga seccion de unos 30 metros.Tuvimos que palear su parte
central enteramente para prevenir contacto con el chasis de Guapo, lo cual nos haria perder una imprescindible inercia y podria
tambien danar algo. Justo cuando estabamos listos para intentar cruzar, vimos una Toyota Land Cruiser llendo en nuestra direccion.
Su chofer habia decidido cortar a campo traviesa para esquivar la arena suelta en el camino que estabamos por intentar atravesar;
y a nosotros, calculo yo. Que malo debe estar este trecho para que hasta los vehiculos con doble traccion lo eviten, pense.
Por otro lado, el camino elegido por la Toyota era demasiado primitivo para Guapo, asi que decidimos permanecer con nuestro
plan original. Una vez mas, retrocedi un par de cuadras y gracias a la relativa gran velocidad que alcance, logre atravesar
el obstaculo. Mientras esperaba que Barbara y Chance caminaran al vehiculo, estaba tan euforico que comence a bailar y gritar,
celebrando nuestro éxito. Habiamos atravesado los obstaculos mas importantes de la jornada, y al parecer lograriamos llegar
a Tupiza esa noche, y al punto de encuentro con mis padres un par de dias mas tarde! La falta de oxigeno a esas alturas hizo
que el festejo no durara demasiado...
No habiamos terminado con los malos caminos, sin embargo.
Unos kilometros mas adelante, el camino sigue el lecho de un rio. No en una de sus margenes sino en pleno rio, y con el agravante
de que a medida de que transitabamos la cantidad de agua iba aumentando. Desconcertados, pensamos que nos habiamos pasado
algun desvio, pero al mismo tiempo las huellas continuaban por el cauce del rio, por lo que decidimos seguirlas. Bajo esas
circunstancias llegamos al remoto pueblo minero de Atocha, un lugar que, debido a lo desolado de su ubicación, nos resulto
interesante, aunque no agradable. Luego de disfrutar de sus 5 cuadras mejoradas con bloques de cemento, el camino nos llevo
nuevamente al cauce del rio, esta vez con mas agua...Cuando llegamos a un punto en el que Guapo comenzaba a hundirse demasiado,
encontramos a un minero, quien nos informo que el camino se alejaba del cauce del rio a pocos metros. Por suerte, ello resulto
ser verdad. Pasamos el resto del dia manejando por extremadas pendientes, mucho serrucho, y mucho polvo, pero afortunadamente
no mas dunas de arena o cauces de rios!
En un momento no estabamos seguros de nuestra ubicación, y temiamos encontrarnos en la huella que se dirige
a Chile, cruzando los Andes. El GPS confirmo que estabamos a pocos kilometros de Tupiza, adonde llegamos antes del atardecer,
extremadamente contentos de encontrarnos en un area poblada. Esa noche dormimos (profundamente) en un estacionamiento. Julio
31, 2002 Tupiza, Bolivia Odometro: 208.863 millas Escrito por: Cristian Pasamos my cumpleanos numero 37 en este agradable pueblo,
famoso por ser el lugar en donde Butch Cassidy y su socio fueron baleados. Decidimos quedarnos aquí todo el dia, ralajandonos
luego de todo el manejo de ayer. El clima estaba realmente agradble, soleado, seco y templado. Pasamos el dia caminando entre
el mercado, la plaza y el café internet. Encontramos las calcomanias de banderas que nos faltaban para nuestra luneta trasera:
Bolivia, EEUU y Argentina. Si pudiesemos encontrar una de Belice estariamos hechos...Tambien encontre una gomeria con compresor
de aire, lo que me permitio sopletear nuestro tapadisimo filtro de aire. Nos registramos en un bien merecido hotel y disfrutamos
de sus comodidades, principalmente la ducha de agua caliente.
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