Travesía Panamericana
Semana 13













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Ecuador

Julio 1, 2002

Puerto Caldera, Costa Rica

Odómetro: 205.915 millas

Escrito por: Cristián

Dejamos San José temprano con rumbo a Puerto Caldera, en la costa oeste de Costa Rica. Nuestro barco, el American Highway, se encontraba en camino cargado con 3.000 vehiculos nuevos provenientes de Japón. Los entrega a lo largo de latinoamérica, desde Guatemala hasta Ecuador. Estaba programado para llegar por la mañana, pero no arribó al puerto hasta las 4:00 PM, asi que tuvimos tiempo de disfrutar un poquito mas de las playas costarricenses mientras esperábamos. Para las 2:30 PM habíamos terminado todo el papeleo con nuestro agente de aduanas y poco después dejamos a Guapo en un estacionamiento cercado. Sería cargado al American Highway esa misma noche. Ambos sentimos una sensación rara al dejar allí lo que ha sido nuestra casa, transporte, refugio, y lo mas cercano al concepto de "hogar" durante los últimos tres meses. Pero en general estábamos muy satisfechos en como funcionó todo en Pto. Caldera. Es un puerto chico, limpio y seguro. Mientras esperábamos el colectivo que nos llevaría a Puntarenas, vimos al American Highway arribando al puerto, ayudado por tres remolcadores. Es unos de los barcos mas grandes que he visto (ver foto), algo así como 6 pisos.

Finalmente llegamos a la terminal de ómnibus de Puntarenas, y luego de una espera, tomamos un directo a San José. Esta corta experiencia con transporte público nos sirvió para recordarnos cuánto mas complicado nuestro viaje hubiese sido de no contar con un vehículo. Como una hora después de haber salido, y con el ómnibus totalmente a oscuras, sentí algo suave que me tocaba un pie. No le mencioné nada a Bárbara porque pensé que podía ser una laucha y no la quería preocupar. Media hora mas tarde, el chofer para en la banquina, prende todas las luces, y grita: "¿De quién es la iguana?", mientras un enorme especimen verde fosforescente colgaba de su brazo izquierdo. Nadie reclamo ser dueño, por lo que el chofer la dejó en libertad al lado del camino. La iguana debe haber estado bastante confundida por toda su experiencia de aquella noche...Uno de los pasajeros explicó que hacía ya un rato largo, la misma había caído sobre su hombro desde el compartimiento para guardar bolsos arriba de su asiento. Mas tarde, Bárbara me conto que ella también había sentido algo en su pierna, pero decidió no comentarmelo, tampoco! Así que los dos tuvimos la exótica sensación de haber sido tocados por una iguana corriendo suelta por un omnibus totalmente a oscuras, algo que no creo (ni quiero) que se repita en el resto de nuestras vidas.

Julio 2-3, 2002

San José, Costa Rica/Guayaquil, Ecuador

Odómetro: no disponible (auto en el barco)

Escrito por: Bárbara

A pesar de haber pasado bastante tiempo realizando diligencias y preparando lo que necesitábamos para el resto del viaje, llegamos a nuestro último día en Costa Rica con la sensación de que necesitabamos aun mas tiempo para terminar nuestras cosas. Por un lado estábamos ansiosos de continuar con nuestro viaje, y por otro lado era duro alejarnos de nuestros amigos en San José, sin saber cuándo los volveríamos a ver. El 3 de julio Erick y Marjorie nos llevaron al aeropuerto de San José, donde tomamos el avión hacia Ecuador. Estábamos un tanto estresados por el vuelo debido a que era la primera vez que nuestro perro Chance pasaría por tal experiencia. En total iba a estar unas 6 horas encerrado en su jaulita, lo cual nos parecía que iba a ser traumático para el perro. Ahora creo que fue mas traumático para nosotros, él parecía estar bien (aunque creo que ayudó que unos días antes lo entrenamos para que se acostumbre a entrar y salir de la jaula, la cual parece adoptó como una especie de refugio). Además tuvimos que obtener un nuevo certificado de salud para él, ya que así lo requeria la aerolínea. Sin embargo nadio nos pidió que mostraramos ese documento, ni en Costa Rica, ni en Ecuador...

Cuando arribamos en Guayaquil fuimos gratamente sorprendidos por la presencia de Norma Plaza (una compañera de secundaria de la mamá de Cris), quien nos estaba aguardando en el aeropuerto. Nosotros le habíamos mandado un email el día anterior con los detalles de nuestro vuelo, pero dada la poca anticipación dudábamos que pudiera irnos a buscar. Norma, su esposo Eduardo, y sus hijos viven en Guayaquil, y nos recibieron con toda hospitalidad. Nos apoyaron de muchas maneras durante nuestra estadía en la ciudad, ayudándonos con nuestras diligencias, llevándonos de un lado a otro, encontrando un lugar donde Chance se pudiera quedar, e invitándonos con riquísimas comidas (mis favoritas: caldo de bola, humita, y pan de yuca).

Fue esencial tener un buen lugar para quedarnos mientras lidiábamos con la pesadilla burocratica relacionada con sacar a nuestro vehículo del puerto. Además gracias a Genoveva, una chica que trabaja donde Norma, nos salvamos de dejar a Chance en el "Hotel de Perros," que mas bien parecía la "carcel de perros." Por la abultada suma de 20 dólares por día, uno puede dejar al perro en una especie de calabozo oloroso, en un lugar oscuro, sin siquiera una ventana, a cargo de un señor que en mi mente se parecía al profesor loco de alguna pelicula de Hollywood (quiza la perspectiva de dejar a Chance allí hizo que viera todo aun mas horrible de lo que era). En contraste con este lugar, Genoveva y sus familiares trataron a Chance de una manera que superó ampliamente nuestras expectativas, haciéndole comida especial, sacándolo de paseo, y mimándolo mucho. Cuando al final nos llevamos a Chance, él ya ni quería comer el alimento de perro que nosotros le damos, el cual probablemente ni se compara con la comida "gourmet" que le dieron en lo de Genoveva.

 

 

Julio 4, 2002

Guayaquil, Ecuador

Odómetro: no disponible (auto en barco)

Escrito por: Cristián

Mientras esperábamos que llegara el barco con Guapo nos familiarizamos con la ciudad de Guayaquil, visitando su nueva costanera, aquí llamada el "Malecom" (ver fotos), el distrito antiguo, y otras áreas de la ciudad. Guayaquil está atravesando por una especie de renacimiento; paseando por sus calles es común observar obras públicas de todo tipo, expresiones de arte en distintas formas, barrios enteros siendo remodelados, etc. El mencionado Malecom (diseñado por arquitectos estadounidenses) fue fundado con dinero proveniente de ciudadanos a quienes se les dió la opción de dirigir sus impuestos exclusivamente para este proyecto. Mucha gente optó por ver que su aporte se transforme en algo palpable, según nos contaba nuestro anfitrión Eduardo. Un histórico barrio sobre una colina cerca de la zona céntrica fue íntegramente actualizado con escalinatas, faroles, y pintura de diferentes colores en cada residencia. Todo ello con fondos públicos, ya que se consideró que la vista de dicho barrio es algo de lo que la ciudad entera se beneficia. Las columnas de los puentes en toda la ciudad han sido decoradas con esculturas de concreto, arte con azulejos y pintura. Todas estas ideas muy originales dignas de destacar y que han sin duda mejorado notablemente la calidad de vida en esta ciudad.

Hoy ví en un par de ocasiones microbuses VW pre-68 pintados de ómnibus escolar, transportando chicos de aquí para allá.Todavía trabajando duro, luego de mas de 35 años....

Julio 5, 2002

Guayaquil, Ecuador

Odómetro: no disponible (auto en barco)

Escrito por: Cristián

El día de hoy fue centrado alrededor de la llegada de Guapo en el American Highway. Desafortunadamente, llegó bastante tarde en el día , y por ser Viernes no podremos hacer trámites de aduana hasta el Lunes. Averiguamos que el Carnet de Passage es aun requerido en el Ecuador, contrariamente a lo que habiamos leído, y consecuentemente no nos será permitido viajar libremente por este país. Luego de sacar el vehículo del puerto seremos escoltados por un oficial de aduana directamente hasta la frontera con el Perú. Lamentable, ya que pensabamos recorrer este país extensivamente, pero buenas noticias si se considera la posible alternativa: dejar a Guapo en la bodega del puerto hasta que sea embarcado a otro país!

Julio 6/7, 2002

Salinas, Ecuador

Odómetro: no disponible (auto en puerto)

Escrito por: Cristián

Aprovechando que teníamos el fin de semana libre de trámites portuarios, decidimos conocer un poco mas de Ecuador antes de nuestro forzado exilio. Tomamos un ómnibus a la ciudad balnearia de Salinas, como a dos horas de Guayaquil. Chance permaneció en lo de Genoveva. Nuestra visita fue mas que nada de relax; caminamos por la playa y la costanera, comimos mariscos locales, hicimos internet y vimos TV en el hotel (la final de Wimbledon).

El Domingo llegamos a la tarde a lo de Norma en Guayaquil, justo a tiempo para una cena con su familia. Un relajante fin de semana, en el cual ni siquiera tuvimos que cuidar a Chance.

 

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El American Highway arribando a Pto. Caldera

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El Malecóm en Guayaquil

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Poblador de Salinas

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El Malecóm de Guayaquil

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Obras de restauración en el centro de Guayaquil

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El Malecóm en Guayaquil

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Costanera en Salinas

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Norma y Eduardo en casa
















Semana 14