Travesía Panamericana
Semana 14













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Ecuador/Norte de Perú (costa)

Julio 9, 2002

Guayaquil, Ecuador

Odómetro: no disponible (auto en puerto)

Escrito por: Cristián

Nuestro segundo día completamente dedicado a sacar el vehículo del puerto. Luego de correr toda la mañana, terminamos con los papeles de aduana y bodegaje justo a tiempo para retirar a un custodia de aduana a las 2:00 PM (no se permite hacerlo despues). Desafortunadamente, nos dimos cuenta que algunos de nuestros artículos personales en el interior del vehículo habían desaparecido. Mayormente ropa, mas una bomba de freno de repuesto para Guapo, lo cual resulta interesante ya que no hay Vanagons en el Ecuador. Pero lo peor de todo es que mi escarabajo gigante disecado que había encontrado en Costa Rica y cuidadosamente guardaba en un rincón del tablero, había sido totalmente descuartizado, sin duda a drede. Gajes del oficio; antes de comenzar este viaje nos mentalizamos con Bárbara que todo lo que llevamos es prescindible, asi que ni presentamos una queja. Preferimos sacar el auto del puerto de una buena vez.

Completamente exhaustos, paramos brevemente en lo de Norma a recoger nuestros bolsos y a Chance. Lidia, la mucama, nos había preparado comida para el viaje, la cual aceptamos con gusto. Con el custodia a bordo, manejamos sin parar hasta la frontera con el Perú. Nos detuvimos a hacer noche en un destacamento de la policía aduanera, aún del lado ecuatoriano. Mas tarde nos dimos cuenta que esta noche sería la última en todo el viaje en que veríamos (y sentiriamos) mosquitos. De aqui en mas, el clima se torna mas frio y seco.

 

Julio 10, 2002

Cerca de Huaquillas, Ecuador (frontera con Perú)

Odómetro: 206,071 millas

Escrito por: Bárbara

El Cabo Aguirre, oficial de aduana que nos estaba custodiando, había requerido salir a las ocho de la mañana para Huaquillas (ciudad fronteriza con Perú), así que eso fue lo que hicimos. Huaquillas está a corta distancia del lugar donde pasamos la noche, con lo cual habremos comenzado los trámites para cruzar alrededor de las 8.15 de la mañana. Al llegar a la frontera el cabo nos hizo estacionar y esperarlo, lo cual nos dió la oportunidad de observar la escena con mas detenimiento. Esta frontera bulle de actividad, repleta de gente caminando, vendedores ambulantes, puestos con mercadería importada, policías y otros oficiales uniformados, hombres que cambian dinero, y curiosos que por puro gusto le dan palmadas a los autos al pasar, chiflan, o te hacen un comentario. Todo esto con el trasfondo de musica tropical sonando a todo lo que da. Luego de un rato largo de esperarlo, el cabo regreso con una listita detallando los documentos que debian ser fotocopiados. Oh sorpresa! (A esa altura, y luego de haber lidiado con los trámites del auto en el puerto donde ya tenía la sensacion de haber dado fotocopias hasta de mi madre, pense que si alguien mas me pedía una fotocopia de la firma-del sello-del documento-certificando-no-se-que-mongo, iba a matar a alguien y terminaria el viaje sola en la carcel por homicidio premeditado y con alevosía). En fin, el trámite de sacar fotocopias duró otra media hora, luego de la cual el Cabo se volvió a esfumar y para regresar con gente adicional que constató los datos en papel con el vehículo. En resumen, nos llevó una tres horas y media cruzar finalmente al Perú, luego de lo cual el Cabo nos dejó solos definitivamente.

Felices de haber terminado con los trámites en Ecuador, nos dirigimos a las oficinas de migraciones del Perú para que nos pongan el sello de entrada en el pasaporte, pero para nuestra sorpresa no pudimos hacerlo ya que nos faltaba un sello de salida del Ecuador. El custodia ecuatoriano se habia olvidado o no sabía este detalle, y como en muchos países no te ponen sello de salida nosotros no nos imaginamos que lo necesitabamos. Ahora sí estábamos complicados, ya que la oficina de migraciones de Ecuador queda a unos cinco km de Huaquillas y nosotros no podíamos volver a entrar con el auto a Ecuador, y tampoco lo queríamos dejar estacionado solo en el lado Peruano mientras hacíamos el trámite, por una cuestión de seguridad en medio de ese caos fronterizo. Finalmente decidimos que Cris volviera al Ecuador a tratar de que nos sellaran los dos pasaportes, mientras yo esperaba en el auto en el lado peruano. Era bastante probable que me quisieran ver personalmente antes de sellarme el pasaporte, con lo cual yo iba a tener que hacer el trámite cuando Cris volviera (lo cual iba a llevar mínimo 1 hora mas). Para entonces ya eran casi las 12 del mediodía, horario en que se cierra la oficina de migraciones hasta las dos de la tarde. Mientras me cocinaba viva en el auto, rezaba para que le sellaran a Cris los dos pasaportes, a la vez que maldecía al bueno del Cabo Aguirre por no saber sobre el detalle del sello. Luego de haber explicado, argumentado, y rogado a los de migraciones, Cris volvio triunfal con los dos pasaportes sellados, lo cual nos permitió hacer migraciones en el Perú y entrar al país luego de mas de cuatro horas de trámites!

La ruta que hicimos en la tarde va junto al mar, en una bonita zona de playas tranquilas, pueblitos de pescadores, y de tanto en tanto barquitos. Este panorama nos relajó bastante, a pesar de lo que ya comenzamos a preveer sería una constante en el Peru: tener que parar regularmente a requerimiento de policias que nos quieren hacer preguntas, ver nuestra documentación, o revisar nuestro vehículo. En dos días nos pararon exactamente 10 veces (las conté) y a pesar de que en general los oficiales fueron muy amables, es un fastidio tener que parar, especialmente dado que nunca se sabe que es lo que realmente quieren. En una ocasión era obvio que querían dinero y/o comida: el oficial comenzó advirtiéndonos que era parte de un "gran operativo" (según nosotros, el "operativo coima total"), y que tendrían que revisar todo el auto, con detalle, y que iba a llevar bastante tiempo, para poder buscar bien. Para entonces yo ya no tenía mucha paciencia para continuar lidiando con este tipo de cosas, por lo que secamente le dije "Bueno, busque!." Sorprendido, el hombre comenzó a revisar nuestras cosas, abriendo mis cajas con rollos de fotos, y mirando nuestras pertenencias. Al minuto de buscar, el oficial cambio de idea y nos preguntó si teniamos gaseosas. Cuando le contestamos que solo teniamos agua para tomar, nos miró desilucionado y decidió dar por terminado el gran operativo. Por suerte no nos demoramos mas ya que estaba anocheciendo y preferimos no viajar de noche. Dormimos en la ciudad de Piura, en un estacionamiento donde nos dejaron aparcar nuestra camper.

Julio 11, 2002

Piura, Perú

Odómetro: 206, 275 millas

Escrito por: Cristián

Piura es una ciudad mediana, con una universidad y edificios bastante agradables. Como en todas las otras ciudades y pueblos que hemos visitado en el Perú hasta el momento, las calles estan plagadas de unos triciclos derivados de una moto común, utilizados para transportar gente de aca para alla (ver foto). Esto da, en algunas ocaciones, un ambiance del sudeste asiático. Según nos cuentan, este fenómeno no existía antes de la presidencia de Fujimori, y fue originado por el alto nivel de desempleo. Pero existe algo que me resulta mas único; observamos que todos los taxis en esta ciudad (existen cientos) son exactamente de la misma marca y modelo-Daewoo "Tico"-y, por algun misterio se mueven tocando la bocina continuamente. En varias oportunidades mientras manejábamos por el centro, nos vimos rodeados por estos ruidosos vehículos amarillos que parecían estar vivos (ver foto); los llamamos "pollitos" por su tamaño, color y sonido.

Dejamos Piura por la manana, dirigiendonos con rumbo sur por la ruta panamericana costera (llamada interamericana aquí). Apenas salimos de la ciudad comenzó el paisaje desértico arenoso. La gran mayoría de la costa peruana es extremadamente seca. Cada tanto, el camino va pegado al mar, exponiendo vistas espectaculares. Sabíamos que se acercaba un pueblito pesquero cuando divisábamos un grupo de barcos pesqueros cerca de la costa (ver foto). Atravezamos lugares extremadamente desolados, y observamos viviendas de una pobreza inmensa, sin agua corriente o electricidad. No me explico como sus habitantes se las arreglan para sobrevivir en este lugar tan duro.

Aproximadamente cada 100 kms atravesamos puestos de peaje. En todas las ocasiones se le estaba cobrando a los que iban en contra nuestra pero no a quienes iban con rumbo sur como nosotros. Luego de ver repetida esta situación a lo largo de todo el día, no resistí la tentación y en una de los tantos retenes policiales pregunté al oficial el por qué. La razón, explicó, es que debido a medidas de austeridad se había decidido reducir personal, así que se les cobra doble a los que van para el norte y nada al tráfico con rumbo sur, prescindiendo de esa manera de la mitad de los empleados de caseta. Ingenioso, pero no completamente justo...(no hubo quejas por nuestro lado. Vamos a atravesar gran parte de este enorme país llendo de norte a sur, y los ahorros de peaje serán considerables!).

Paramos en el pueblo de Lambayeque para visitar el museo arqueológico Bruning, en donde se encuentran muchos de los tesoros encontrados en 1987 en las cercanas ruinas de la civilización Mochica. El museo exhibe una impresionante colección de articulos de oro, cobre, plata y spondilus provenientes mayormente de las tumbas de sus líderes, llamados actualmente Señores de Sipán. También vimos un par de momias en muy buen estado de conservación. Fue interesante aprender acerca de esta civilización de guerreros, agricultores y constructores que prosperó en este duro ambiente cerca de 2.000 años atrás. Poseían un sistema de riego por canal que supera en técnica y area a lo que se encuentra en la zona hoy en día. Realmente me impactó la calidad y belleza de sus artefactos y ornamentos.

Llegamos a Trujillo después del atardecer, encontramos un hotel con estacionamiento, cocinamos la cena en la Westfalia y nos fuimos a dormir inmediatamente.

Julio 12, 2002

Trujillo, Perú

Odómetro: 206.539 millas

Escrito por: Cristián

Manejamos brevemente por el centro de Trujillo, observando sus antiguos edificios coloniales. Pero no exploramos mas, estábamos ansiosos por ganar millas, ya que estamos dándonos cuenta de lo grande que es este país (al contrario de los países que hemos estado atravesando despues de México), y lo lento que estamos avanzando en el mapa. Ya saliendo de Trujillo, vi una microbus VW "split" deluxe estacionada y decidí parar (siempre hay tiempo para esto...) . Estaba siendo refaccionada en un taller, y los mecánicos me dieron el dato de una similar abandonada no muy lejos de allí. Mi corazón empezó a latir un tanto mas rápido, y mientras manejaba hacia allí me iba imaginando todos los tesoros que encontraría. Bárbara accedió a que nos tomemos un tiempo para este "proyecto", a pesar de no entender la fuerza que lo impulsa (pero ha estado a mi lado el tiempo suficiente para estar acostumbrada). Lamentablemente, el microbus abandonado no era lo que esperaba, una pila de óxido y bondo sin nada de valor (ver foto).

De regreso en la ruta, el paisaje seguía tornándose mas seco reemplazando la vegetación xerófila por peladas dunas de arena. Vimos lugares realmente espectaculares, cientos de diferentes arreglos y luces en la arena, los cuales cada tanto veíamos como se encontraban con el mar. Por una terrible coincidencia, sucedió que ambas cámaras de fotos dejaron de funcionar en un día tan fotogénico como el de hoy. La mía digital no quería prender, y la de Bárbara se quedó sin batería. Luego de tres meses, ambas cámaras deciden no trabajar en el mismo día! En una ocasión, la totalidad de la ruta panamericana estaba bloqueada por unos pastores con sus perros, llamas, ovejas y vacas, un verdadero "momento Kodak" que no pudimos aprovechar...

(Próximo párrafo escrito por Bárbara)

Al mediodía hicimos una parada en el sitio arqueológico de Sechin, cerca de la ciudad de Casma. El lugar está compuesto por un museo, el sitio arqueológico, y varios lugares "de estar" en partes arboladas del terreno. Cris estaba muy cansado luego de tanto manejar por lo que decidió tirarse a dormir una siesta mientras yo exploraba el sitio y visitaba el museo. Si bien este museo no posee tesoros como los que vimos en el museo Bruning, tiene piezas arqueologicas interesantes, en su mayoria vasijas y otros utensillos de la cultura Chimu, así como también el cuerpo de una mujer momificada cuya expresión facial de dolor aún conmueve a pesar de haber pasado cientos y cientos de años. El sitio arqueólogico es un conjunto de paredes de edificaciones en la base de un monte seco. Hay escaleras bordeando el lugar que permiten apreciar la ruinas desde arriba y disfrutar de la vista panorámica. Lo mas interesante del sitio arqueológico son los dibujos e inscripciones murales. Yo era la única persona recorriendo el sitio en ese momento, y algo extraño sucedió. En un momento mientras caminaba sentí como un viento sobre mi cabeza, luego de vuelta lo mismo, y cuando miro para arriba me di cuenta que un pájaro coloradito estaba haciendo vuelos rasantes sobre mi. No pude terminar de ver el sitio ya que este pájaro decidió finalmente atacarme y me golpeó la cabeza! Probablemente estaba caminando cerca de su nido sin saberlo, pero prefiero pensar que este pajaro es un enviado de los "antiguos" para custodiar su sitio y protegerlo de intrusos.

Julio 13-14, 2002

Barranca, Perú

Odómetro 206.539 millas

Escrito por: Bárbara

Estos dos días los pasamos en la ciudad de Barranca, en gran parte debido a que necesitamos prepararnos mejor para el siguiente tramo del viaje el cual que va a ser muy frio y a alturas mucho mas elevadas Además estamos siguiendo de cerca las noticias sobre la "invasión polar" que afectó las zonas de Puno, Cuzco, Arequipa y otras partes del país. Se trata de una ola de frio excepcional, con fuertes nevadas, que causó la muerte de miles de animales, algunas personas, y otros problemas en poblaciones que ya vivían en condiciones dificultosas. Ahora nos toca decidir que ruta vamos a seguir, es decir si vamos a entrar a Argentina por Bolivia o por Chile. Parece que la situación climática esta mejorando lentamente, y que los caminos están despejados. Vamos a darnos unos días mas para decidir y mientras tanto visitaremos la zona del Parque Nacional Huascaran, que según nos dijeron es de los mas lindos en el Perú, y estamos a solo unas pocas horas de allí.

 

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La fiesta en lo de Norma y Eduardo

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Guapo en la Bodega del Puerto de Guayaquil

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Nuestro escolta, el Cabo Aguirre

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Bienvenidos al Perú

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Bárbara y Chance en una de las muchas playas del norte del Perú

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Cientos de motocicletas de transporte público en cada pueblo peruano

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Cada pueblo en el norte del Perú posee su flota de pesqueros

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Un lugar favorito de Chance; el portaequipaje

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Cientos de 'pollitos' tocando sus bocinas...

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Una de las tantas piezas de oro en el museo Bruning

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Trujillo centro

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La microbus abandonada en Trujillo

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Una microbus brasilera con rezagos de la vieja generación
















Semana 15